ONÍRICAS
Estábamos en la nube que precede al mundo de los sueños
donde podíamos saltar y caer de espaldas sin hacernos daño
Super protegidas,despreocupadas,felices y llenas de gozo,
al saber que mientras permaneciéramos allí seríamos como criaturas celestiales obligadas a paladear un destino dulzón eternamente.
Jugando,gozando con los encantos banales del que se sabe enamorado y reside en él tanta armonía que no le permite la pasión el hecho de ser consciente del uso voluntario de su racionabilidad.
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